domingo, 21 de diciembre de 2014

Un post "políticamente incorrecto"

Tal vez deberíamos detenernos a pensar que es lo que realmente daña a nuestros hijos...

Iba a sentarme a escribir sobre buenos deseos, y aunque pueda parecer que no es así, esa es mi intención.

Leo un montón de críticas hacia la llamada "telebasura "..., en estos días centradas concretamente en el programa "Sálvame" de Mediaset.
Reconozco que es un programa que muchas veces resulta soez en todos los sentidos, que se "pasa" amparándose en una modernidad que yo no concibo como tal,  pero... de ahí a "satanizarlo"....

En cierta manera, y  a mi modo de ver, no hace nada más que representar a la sociedad en la que vivimos... Hay personajes para todos los gustos, de todas las opciones políticas, de distinto nivel cultural, con diferentes visiones y distintas maneras de expresar, no se muy bien de que nos extrañamos...

¿De lo que puedan percibir nuestros hijos?, entonces, mejor miremos a nuestro alrededor...
Me sorprende que permitamos que nuestros hijos vean, como normal, y también en horario "infantil"...,  que otros niños pasen hambre, que haya gente sin techo que muere en la calle, que la violencia genera violencia, que gente de un mismo país es capaz de agredirse por defender los colores de un equipo de fútbol, una opción política o la defensa de los animales, que escuchen que robar es práctica habitual, que vean pelearse a sus vecinos, a sus personajes de cómic o de dibujos animados, a sus padres o a su familia, por dinero, intolerancia y egos, que convivan con los desahucios, la pederastia y el maltrato.... Y que nosotros lo hayamos incorporado a nuestras vidas como "normal", sin que la visión de las imágenes o la escucha de estas noticias nos parezca agresivo ni dañino...

Pues yo debo de ser muy "rara" porque todo eso me subleva muchísimo más que lo que se pueda decir en cualquier espacio de esos llamados "telebasura", y es que a veces somos , y me pongo yo la primera, un poquito, sino un muy, incoherentes...
llega alguien a un programa a hablar de la vida de otros , o a enseñarnos el trasero y nos echamos las manos a la cabeza...
Uffff que locura... ¿O es que realmente pensamos que eso es más dañino para nuestros hijos que el mundo en el que los estamos haciendo vivir y lo que es peor, el que estamos preparando para su futuro? 

Estoy de acuerdo en que hay que mantener una ética e incluso una estética, lo apoyo fervientemente, pero así mismo pienso que hay que ser coherente, la ética hay que aplicarla en todos los órdenes de nuestra vida, y la estética también  y aceptar como "normal"  ver gente rebuscar en la basura no me parece ético ni estético, y deseo que a mis hijos tampoco... ¿ a vosotros si?




lunes, 15 de diciembre de 2014

Los amig@s que son y están...

La amistad, respeta, escucha, comparte, y si se le solicita...habla.

Una, con tanto ensalzamiento del amor y la familia, en estas fechas, no puede dejar de ponerse un poquito nostálgica.

Mi mente se va hacia aquellas persona que no comparten mi día a día, hacia los que ya no están porque se acabó su paso por esta vida y hacia los que el destino ha llevado a habitar en otros lugares u otros lares....
Esos amigos a los que no hace falta ver pero que sabes que pase lo que pase... están... 

Amigos que han ocupado un tiempo sin horas, y han permanecido, sin tiempo, en tu ser más profundo.
Los que, en tránsito, se han quedado vagando a tu alrededor, silenciosos e invisibles, hasta que hacen falta y entonces aparecen como por arte de magia; mandando señales inequívocas de su presencia, su opinión, su confianza, su desconcierto, su alegría o su desagrado...
Los que la vida ha llevado a alejarse de tu cotidianidad, pero que no han perdido un ápice de cercanía.

Porque amigos no son aquellos que te dan la razón para complacerte, ni, necesariamente, los que tienes a tu lado asiduamente...

Amigos son aquellos que se dan cuenta de que es lo que necesitas en cada momento, los que por un simple comentario o una fotografía, a cientos, incluso miles de kilómetros, perciben que pasa algo, bueno o no tan bueno, eso es irrelevante, la cuestión es que un pequeño click, que activa el cariño, les advierte de ello.
Los que te miran a los ojos, para leer a través de ellos y no reparan si estás gorda, flaco, moreno, rubia, con barba, o si han desaparecido tus arrugas...
Los que te envían un guiño, o un beso, sin ton ni son, los que ante un olor, unas letras, una imagen, una canción o un color se acuerdan de ti.
Los que no se cuestionan tu intención al hablar de ellos, saben que lo haces desde el corazón, los que no necesitan verte, ni tocarte, para quererte, los que respetan aunque no compartan tu manera de ver la vida, los que entienden que el silencio no es lejanía, los que siendo familia o no, no juzgan, solo aman, los que no necesitan demostraciones continuas de afecto, los que al pensarte recuerdan tu sonrisa, y se emocionan con tu tristeza o tu alegría.

Amigos que han llegado a tu vida por distintos motivos pero con los que tienes una conexión profunda, que no tiene nada que ver con el tiempo, y si me apuras, ni con la reciprocidad.

Yo concibo la amistad así,  pero...tampoco pido a mis amigos que la interpreten de la misma manera...
Para bien, o para mal, tengo mala memoria, pero hay instantáneas que están grabadas en mi retina y en mi corazón...y muchas de ellas, son momentos intensamente vividos con amig@s, de hoy y de ayer, y,  seguramente, también, de mañana.

La amistad no se mide, se siente! 



martes, 9 de diciembre de 2014

La Navidad no es la parafernalia que la rodea...

Tranquilos, la Navidad está en el corazón, no en la parafernalia que la rodea.

En estas fechas no dejan de bombardearnos con las "gangas" navideñas, la lotería, los turrones, y todas esas cosas sin las que, parece que, la Navidad, carece de sentido.
Curioso en unos tiempos donde la crisis económica hace que, la mayoría de nosotros, tengamos que mirar, muy mucho, como gastamos los pocos euros con los que contamos.
Si nos detenemos un poquito y echamos un vistazo alrededor, cualquiera diría que pretendemos mostrar nuestro grado de satisfacción con la vida, por medio de todo lo que envuelve estos días, como si los adornos y las luces equivalieran a felicidad y alegría...

Publicidades como la de la lotería, aún siendo emotivas y queriendo tener, o al menos a mi me lo parece, un transfondo de solidaridad, también transmiten un sentido de frustración muy fuerte, sino compras lotería....no tienes derecho a ser feliz, si no riegas tus cenas con cava... si no adquieres buenos regalos... Si no... si no... todo se resume en que si no consumes... no piensas en los tuyos, no puedes estar alegre, y no te sientes bien...
El espíritu de la Navidad no se mide en cantidades materiales, eso sería restarle magia e ilusión, dos de los ingredientes fundamentales.
El espíritu de la Navidad está en las sonrisas alrededor de una mesa, en los deseos incumplidos, en el calor de un abrazo, en la comida, sea cual sea, que compartes, en esos brindis, con cerveza,  con vino, con cava o con champagne, al aire, en recuerdo de los que no están, en los pequeños detalles que hacen sentirse importante, en el brillo de unos ojos, en las lágrimas de un encuentro...

 A mi me encanta el color de la Navidad, el olor  a castañas, el calor de las chimeneas, los villancicos en familia, me gustan los escaparates adornados, los  buenos deseos  y las cartas a los reyes, pero todo eso no son nada más que adornos , eso no es Navidad...
Navidad, quiere decir nacimiento, nacimiento al amor, a la renovación, a la unión, a la solidaridad, la Navidad, seas creyente o no, tiene que producirse cada día en nosotros y no terminar cuando se apagan las luces, se retiran los adornos de los abetos y se guardan los belenes.

La Navidad se siente en el corazón y se vive en el corazón, es maravilloso poder obsequiar a los que quieres con regalos, pero no se nos olvide que somos poseedores del mayor regalo de todos y además el mas barato, el AMOR. 
Tengas la cantidad que tengas para gastar estas fiestas, no te amargues pensándolo, eres un ser afortunado, cuentas con tu amor y el de los demás, regálalo y verás como eres y son felices las personas que quieres.

Dejemos de valorar la Navidad por sus lazos externos y dotémosla de su verdadero sentido, notándola latir allí donde reside, en nuestro corazón.

Feliz Navidad !



jueves, 4 de diciembre de 2014

La palabra mal utilizada hiere...

Cuidemos el lenguaje, es fácil herir aun sin intención.

En estos días ha llegado a mi una campaña, contra el mal uso del lenguaje, sobre todo infravalorando a las personas que tienen distintas capacidades.
Esta campaña me ha hecho reflexionar... cuantas veces hablamos sin pensar, y sin detenernos a valorar si lo que decimos, o, el como lo decimos, puede molestar a alguien, no por diferencia de criterios, sino por faltar a su integridad como persona, como si, el tener unas, supuestas, capacidades "completas", nos acreditara para "jugar" con las capacidades, y sentimientos de los demás.


Expresiones como:"pareces subnormal", "estás lelo", "eres retrasado", "naciste mongólico", "más tonto y no naces"... Y otras, similares, acaparan nuestras conversaciones.

Si tenemos un lenguaje tan rico, ¿porque no utilizarlo con propiedad?

La necesidad de sentirnos "superiores" se demuestra también en nuestra manera de hablar, y no sólo en estos temas...
Nadie trabaja para ti, sino contigo, no se puede discriminar por la condición sexual, ni por el aspecto físico, si un@ está gord@, no va a rodar, ni va a salir volando, ni a explotar cualquier día,  expresiones como "es un enano", "mira que es gitanazo".... están al cabo de la calle, aunque hablar de ellas requiere otra entrada.

Hoy me quiero centrar en los más débiles, esos que te miran con amabilidad y que casi nunca encuentran mala idea en las aseveraciones de los demás, que luchan por tener un lugar en la sociedad, el mismo que tenemos tu y yo, que no entienden porqué, si precisamente son muy puntuales, se les llama retrasados.
 Esas personas que aunque se defienden solas, porque son capaces de muchas cosas, para otras necesitan el apoyo de una sociedad que los quiera y los respete.

Consiste simplemente en un cambio de actitud,  para mi el problema no está en las palabras sino en como utilizamos esas palabras, el tono despectivo o humillante con que la dotamos, una persona "subnormal" no es un "desecho" de la sociedad.
Todos tenemos diferentes capacidades y algunos tienen muy mermada la de amar y tratar con respeto a los demás, ellos si que tendrían que analizarse, dicho con el máximo respeto,  esa incapacidad...

Hablar con propiedad cuesta poco y ofrece mucho... Conversar con unos, sin dañar a otros.

(La Agencia Navarra para la Autonomía de las personas (ANAP) ha elaborado, con la colaboración del Comité de representantes de personas con discapacidad de Navarra (CORMIN), un manual de buenas prácticas que recoge una serie de consejos para interactuar con las personas con discapacidad. http://ow.ly/FlJbV)





martes, 25 de noviembre de 2014

Si callas, te dañas y nos dañas...

Esta reflexión es para ti mujer que has decidido sufrir en silencio.

Estas palabras son en nombre de las personas que te rodean, tu madre, tu padre, tus herman@s, tus amig@s, tus compañer@s, de todas esas personas que en tu entorno, te quieren.

Tu has decidido, primero por amor, después porque te sientes culpable, porque has perdido la autoestima, por que te sientes un ser insignificante que no merece ser feliz, porque él cuida de ti, a su manera, eso si, pero se preocupa por ti y cuando está en "sus cabales", te adula, te mima, y tu vuelves a confiar en él, sin darte cuenta de que todo ello es para después poder asestarte un golpe, físico o psíquico, cada vez mas fuerte mas humillante, un acoso que te hace sentir pequeña e incapaz de cambiar, llevada por el miedo, por la incertidumbre, por tus hijos si los tienes, por la incomprensión...
has decidido seguir ahí en esa cueva sin salida...
si eres joven, a veces casi una niña, privándote de disfrutar los momentos de la vida propios de tu edad, dañándote aún cuando a penas te des cuenta y te consideres afortunada por tener un hombre, "de verdad", a tu lado...
Y si ya eres adulta estás dañándote y dañando a tus hijos porque les estas enseñando una manera de vivir que no es la que debiera de ser, se merecen una vida de niñ@s, sin temores, tus hijos pierden la perspectiva , no quieren que su mundo se derrumbe pero tu tienes que hacerles ver que así...no tienen mundo...

Y cuando decidas, después de un largo calvario, salir de ahí, quiero que sepas todo lo que sentirán las personas que te rodean, porque sus reproches a si mismas van a ser interminables: ¿ Como no me he dado cuenta? Que mal herma@, amig@, padre, madre, compañer@,soy, que he sido incapaz de percatarme de lo que estaba sucediendo... Como ha sufrido y yo sin enterarme... 
Un rosario de cuestiones que les atormentarán y que aunque tu digas que no se preocupen, que era tu problema, son muy difíciles de superar, espinitas q se quedan clavadas en el corazón...,
Un eterno: si yo hubiera...
Por eso amiga, mándanos señales, que puedan indicarnos como lo estás viviendo, que nos posibiliten tenderte la mano para salir de ese infierno, para que te sientas escuchada, acompañada, apoyada y sobre todo esperanzada. Si puedes salir!

Tu tienes un largo camino para recomponerte y para que tus hijos aprecien y disfruten la vida como es, así que no lo pienses más, cuanto antes tomes la decisión va a ser mucho mejor, no calles, quiérete y adelante. 
Muchos somos los que vamos a estar aquí para ayudarte, de mil formas distintas, a salir de ese caos, date la oportunidad de ser feliz y danos la oportunidad de contribuir a ello.

La vida es amor, pero amor del bueno.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Sin mi status no soy nadie....

Vivimos en un mundo de locos!!!

Como denominar sino la postura que adoptamos ante la vida.
Somos capaces de sacrificar hasta nuestra propia felicidad por mantener una posición social, un status...

Estamos inmersos en un estado de nerviosismo y agitación permanentes, continuamente oímos hablar a nuestros compañeros, amigos, familiares, e incluso  a nuestro "pepito grillo", del stress al que estamos sometidos, nos estresa la economía, porque ya no podemos adquirir tal o cual cosa, porque nuestras vacaciones se han reducido y tenemos que simular ante los demás que todo va bien, como si el que uno tuviera un revés fuera algo denigrante, como si se hubiera cometido un delito...

Que curioso, los condenados por delitos de estafa, apropiación indebida, malversación de fondos, enriquecimiento por información privilegiada, fraude, blanqueo de capitales, van todos muy dignos, con la cabeza muy alta y nosotros, que somos víctimas de toda esa trama, nos escondemos avergonzados, cuando nuestro único delito es haber sido fieles a un trabajo, una empresa, una idea... que no ha resultado como esperábamos, y nos ocultamos, porque, todo eso, pensamos que modifica nuestra posición en la sociedad; nos sentimos mal, muy mal, pero somos incapaces de cambiar...

 La cuestión es si nuestra incapacidad de cambio es debida a lo que nos rodea o a nuestros miedos... miedo a perder el hueco en la sociedad, miedo a tener menos reconocimiento, miedo a la exclusión, miedo a dejar de "estar", miedo a dejar de "tener", miedo a no ser querid@, miedo a la soledad...
Pero no nos damos cuenta de que en esa renuncia por miedo,  va implícita, también, una renuncia a "ser".

Hemos depositado nuestra confianza en otras personas, en aquellos que tomamos en consideración , por valores, muchas veces, vanales y hemos dejado de confiar en la vida y en nosotr@s mism@s, admiramos a los demás y no nos admiramos a nosotr@s que somos nuestra mejor y mayor construcción, que incongruencia...intentamos ser reconocidos por la sociedad y sin embargo dejamos de ser honestos con nuestro propio yo.

Necesitamos crearnos un argumentario de peso para responder cuando la sociedad nos pregunta:

Y tu, ¿quién eres?, ¿que tienes?, ¿a quién conoces?...

y nosotr@s nos quedamos con cara de poker, de nuevo estresados, bajando la vista mientras pensamos que respuesta es la que espera oír nuestro interlocutor, que contestación es la adecuada para mantener nuestro status, cuando en realidad la respuesta es bien sencilla:

Pues... soy, me tengo y conozco a mi mism@!!!, ¿alguién da más?...


martes, 11 de noviembre de 2014

De "maestro"... a aprendiz...

Es realmente cuando uno empieza a profundizar en aquello que le apasiona cuando se da cuenta de lo mucho que le queda por aprender. 

Parece increíble, con cuanta gente nos encontramos a nuestro paso que, no es que vaya pisando fuerte, que eso está muy bien en cuanto a seguridad por lo que uno es y hace, sino que son auténticas apisonadoras, su paso no es firme si no quedan por encima del de al lado; ese tipo de gente, además, no escuchar nunca, consideran cambiar una ofensa, ¿como van a modificar algo, si ya lo saben todo?...

Pongamos el ejemplo del protocolo, como en todas las profesiones, hay expertos, y lo digo así porque son personas que llevan muchos años en la profesión, que la aman, que se han encargado de resolver grandes puzzles; pues bien, a algunos de ellos, esos años de experiencia les llevan a ser incapaces de reconocer que algo se les ha escapado, o que se podía haber resuelto de manera más eficaz...

esos años de maestría les impiden reconocer un error... 

Y yo, hasta eso lo entiendo...lo que ya no puedo entender es como no intentan enmendarlo, para la vez siguiente, pues no, se empecinan en lo suyo y vuelven a no tomar en cuenta las observaciones. Ahora que lo pienso...tal vez sea para darnos de que haablar al resto...

La prepotencia, conduce a fijar la vista en lo "gordo" menospreciando lo "menudo", favorece, a veces, que los pequeños detalles se escapen, pequeños detalles que son importantes en la puesta en escena, pequeños detalles que marcan la diferencia y redondean un acto, un acuerdo, una propuesta, un proyecto, un discurso.

Aquel que se cree maestro, que considera que lo sabe todo, deja inmediátamente de serlo, porque se queda obsoleto y anclado en su saber.

El maestro aprende de todos y de todo, y lo es porque, escucha, valora, interioriza y pone en práctica, las "enseñanzas" que le aportan los demás, y, nunca, nunca, deja de ser aprendiz.



jueves, 6 de noviembre de 2014

Saludar...sí gracias!

Hoy parece que saludar no está de moda...

Entras en los sitios, y saludas  y mucha gente lo único que hace es levantar la vista de sus smartphones o tablets, y lo más tradicionales del periódico, para volverla a posar inmediatamente en donde estaba el minuto anterior; como mucho, si resultas interesante, te miran de arriba abajo antes de volver a su rutina.

El otro día, por la tarde fui a firmar un tema a una notaría, al entrar, en la salita de espera saludé con un "hola, buenas tardes", algo habitual en mi, pero ya vengo observando que hasta en eso debo de ser un poco "rara"... de las seis personas, que había en la habitación, solamente una hizo un leve gesto con la cabeza... a pesar de que me sorprendí, intente justificar el comportamiento, diciéndome que era por la tarde, casi después de comer, y que la gente debía de estar medio dormida, porque no creo yo que pudiera haber ningún asunto, lo suficientemente serio, como para desestimar el saludo en esa ocasión...

Pero, el caso es que ayer, por la mañana, fui a un consultorio médico, nada más entrar saludé: hola, muy buenos días!!!, con un tono de, "me alegro de verte", o, de "ya se encargará el día de amargarme pero no yo", o, de "feliz de vivir", habría tantas razones de par de mañana..., vamos con una entonación de esas que a muchos les parece hasta insoportable, básicamente porque no expresan o no saben, expresar sus emociones.
Me miraron con cara de esta está "flipando", y  aunque algunas personas contestaron tímidamente, no fue un saludo generalizado, tal vez, es que nadie se alegraba de verme, o se olvidaron de que a un saludo siempre se corresponde...

Soy de la teoría de que si uno viste su mejor sonrisa de par de mañana, y cuando va a a cualquier sitio, ya sea a tomar un café,  a coger el autobús, al trabajo, al banco a pedir un crédito, a solicitar un impreso, a firmar escrituras o a la consulta médica, saluda con energía, la positividad se adueña del ambiente.
Yo les diría a todos los olvidadizos, que si no saludan por cortesía, por educación, háganlo por egoísmo, es bueno para la salud, y si va acompañado de una sonrisa, dulcifica el carácter y alegra el alma.

Voy a compartir un vídeo que llegó a mi justo cuando estaba preparando esta entrada, me encanta su frase resumen: "vas a saludar o es que hemos dormido juntos..." yo diría que aún durmiendo juntos no está de más desearse un buen día...


viernes, 31 de octubre de 2014

Yo también, cada vez que miro al cielo...pienso en él


Que te creías, ¿que no me iba a acordar de tu regalo para el día de hoy?, imposible porque me conoces bien, sabes que me gusta hacerte rabiar un poco, y oírte decir con la boca pequeña..."no os preocupéis, si yo no quiero regalo, el mejor regalo es que os hayáis acordado de mí..."...

Llevo desde que el reloj marcó las 00:00 sintiéndote, con esa intensidad que hace que el vello se ponga de punta, abrazando al infinito, han pasado 24h, y me he mantenido muy atenta para percibir el roce de tus labios en mi mejilla, te he nombrado mil veces para que supieras que estaba contigo...y lo estaba...

Y, ya a última hora, para rematar este día de recuerdos imborrables, te ofrezco lo que yo quisiera fueran  mis regalos:

Quiero regalarte una sonrisa eterna, como la que tu nos has enseñado a tener, de esas que transmiten confianza, y paz.
Quiero regalarte luz, intensidad, AMOR, alegría de vivir.
Y quiero regalarte el sabor de los torreznos, del bocadillo de panceta, de tortilla de chorizo, de pochas y de arroz con leche.
Quiero regalarte, los chapuzones en alta mar, y los paseos , y las siestas, y los aperitivos, y las largas conversaciones con amigos.

Quiero regalarte, canciones mal sonantes pero llenas de entusiasmo y anécdotas y escuchas activas, y un buen vino.
Y quiero regalarte la unidad de la familia, que tu tanto valorabas y el cuidado de mamá y trocitos de cielo.

Quiero regalarte disfrutar de lo pequeño, y ser agradecida y no perder la esperanza y creer en la amistad, y ser humilde y reconocer mis errores...

Quiero regalarte mis letras, mis pensamientos, mis historias, mis sueños cumplidos, aquellos en los que tu siempre confiabas, más que yo, a pesar de que eran míos...

Quiero y puedo regalarte todo eso, papá, porque he entendido que estás en mi en un todo inseparable. 
Porque cada vez que me asusto vienes a ahuyentar mis monstruos, porque me alientas a seguir, y me recuerdas que estoy aquí con un propósito.
Cuando yo lo vivo tu, lo vives conmigo...Yo soy tú y tu eres yo.



miércoles, 29 de octubre de 2014

De la amabilidad a la descortesía...


Esto de la crisis me está llevando a cuestionar como ha de ser  la atención al cliente.
Siempre he sido una firme  defensora de la cordialidad, la amabilidad, incluso de facilitar la mayor información y detalles, con el fin de crear una atmósfera cercana y de confianza.
Creía que la primera impresión es vital, y sigo creyéndolo, el problema viene cuando esa primera impresión es buenísima para unos pocos pero nefasta para muchos...
Y me explico, cada vez hay menos personal en los comercios, eso trae consigo que como uno dedique mucho tiempo a un cliente...puede atender a muchos menos de los que debiera o de los que le necesiten.

Hace unos días, yo estaba con una amiga dando un paseo por un centro comercial y al pasar por una tienda de productos naturales, esos que nos gustan tanto, sobre todo a las mujeres, los que prometen resultados mágicos y quitarnos 20 años de un plumazo, eso sí, sin nada químico que pueda alterar nuestra piel, oh milagro!!!, leímos que había muchas ofertas interesantes y no pudimos resistir la tentación de entrar para echar un vistazo. 
En la tienda no había mucha gente, y nos tomamos nuestro tiempo para ojear, al final nos decidimos por un gel que por 1€ te dejaba la piel como la seda y por una lima de colorines que resultaba muy graciosa para llevar en el bolso, de tan solo 0,50€, con nuestros hallazgos nos dirigimos al mostrador a pagar, nos colocamos detrás de una señora que llevaba poco más o menos los mismos artículos que nosotras, por lo que supusimos que la "cosa· iba rápida; la única dependienta del establecimiento estaba atendiendo, a una persona, interesada en la sección de maquillaje.
Los primeros minutos nos entretuvimos hablando, entre nosotras, de los productos de la tienda, después pasamos a comentar con la persona que estaba delante el buen precio de los artículos, mientras tanto la gente se iba sumando a la cola de pago, y la dependienta, muy atenta, iba ofreciéndole a la clienta distintos tonos de colorete, de sombras de ojos, de lápices al tono...
La cola de clientes en espera cada vez más nerviosa, y más numerosa, se oían comentarios del tipo: "hay que ver la que esta liando", "¿pero es que no se da cuenta de la cantidad de gente que estamos aquí?", "si todos funcionáramos con esa lentitud en nuestros negocios...mal nos iba a ir"; llevábamos ya veinte minutos cuando por fin, ambas, dependienta y clienta, se dirigieron al mostrador, hubo un suspiro de alivio general, pero en ese momento a la señora se le ocurrió nombrar que volvería para mirar lacas de uñas, la dependienta, rápida y amablemente, la animó a mirarlo en ese momento con su asesoramiento y la condujo, ante la mirada atónita de todos los clientes en espera, al stand correspondiente, en un momento dado, cuando el ambiente empezaba a caldearse y mucho, la dependienta, que estaba con un oído escuchando a "su clienta" y con el otro al resto, contestó con su mejor sonrisa: "tengan ustedes paciencia, ¿no ven que estoy atendiendo?, en un momento estoy con ustedes"... ufff sonó como a broma...

Y, después de escuchar esas palabras, eso sí, muy amablemente pronunciadas, y, tras más de media hora de espera, mi amiga y yo, también amablemente, devolvimos lo que habíamos cogido a sus estanterías y salimos del establecimiento.

Hay que mimar a todos los clientes por igual,  porque, al fin y al cabo, nuestra imagen está en sus manos.
No se puede, por ser amable con uno, ser descortés con el resto....o al menos, eso pienso yo.