Esto de la crisis me está llevando a cuestionar
como ha de ser la atención al cliente.
Siempre he sido una firme defensora de la
cordialidad, la amabilidad, incluso de facilitar la mayor información y
detalles, con el fin de crear una atmósfera cercana y de confianza.
Creía que la primera impresión es vital, y sigo
creyéndolo, el problema viene cuando esa primera impresión es buenísima para
unos pocos pero nefasta para muchos...
Y me explico, cada vez hay menos personal en los
comercios, eso trae consigo que como uno dedique mucho tiempo a un
cliente...puede atender a muchos menos de los que debiera o de los que le
necesiten.
Hace unos días, yo estaba con una amiga dando un
paseo por un centro comercial y al pasar por una tienda de productos naturales,
esos que nos gustan tanto, sobre todo a las mujeres, los que prometen
resultados mágicos y quitarnos 20 años de un plumazo, eso sí, sin nada químico
que pueda alterar nuestra piel, oh milagro!!!, leímos que había muchas ofertas
interesantes y no pudimos resistir la tentación de entrar para echar un
vistazo.
En la tienda no había mucha gente, y nos tomamos
nuestro tiempo para ojear, al final nos decidimos por un gel que por 1€ te
dejaba la piel como la seda y por una lima de colorines que resultaba muy graciosa
para llevar en el bolso, de tan solo 0,50€, con nuestros hallazgos nos
dirigimos al mostrador a pagar, nos colocamos detrás de una señora que llevaba
poco más o menos los mismos artículos que nosotras, por lo que supusimos que la
"cosa· iba rápida; la única dependienta del establecimiento estaba
atendiendo, a una persona, interesada en la sección de maquillaje.
Los primeros minutos nos entretuvimos hablando,
entre nosotras, de los productos de la tienda, después pasamos a comentar con
la persona que estaba delante el buen precio de los artículos, mientras tanto
la gente se iba sumando a la cola de pago, y la dependienta, muy atenta, iba
ofreciéndole a la clienta distintos tonos de colorete, de sombras de ojos, de
lápices al tono...
La cola de clientes en espera cada vez más
nerviosa, y más numerosa, se oían comentarios del tipo: "hay que ver la
que esta liando", "¿pero es que no se da cuenta de la cantidad de
gente que estamos aquí?", "si todos funcionáramos con esa lentitud en
nuestros negocios...mal nos iba a ir"; llevábamos ya veinte minutos cuando
por fin, ambas, dependienta y clienta, se dirigieron al mostrador, hubo un
suspiro de alivio general, pero en ese momento a la señora se le ocurrió nombrar
que volvería para mirar lacas de uñas, la dependienta, rápida y amablemente, la
animó a mirarlo en ese momento con su asesoramiento y la condujo, ante la
mirada atónita de todos los clientes en espera, al stand correspondiente, en un
momento dado, cuando el ambiente empezaba a caldearse y mucho, la dependienta,
que estaba con un oído escuchando a "su clienta" y con el otro al
resto, contestó con su mejor sonrisa: "tengan ustedes paciencia, ¿no ven
que estoy atendiendo?, en un momento estoy con ustedes"... ufff sonó como
a broma...
Y, después de escuchar esas palabras, eso sí, muy
amablemente pronunciadas, y, tras más de media hora de espera, mi amiga y yo,
también amablemente, devolvimos lo que habíamos cogido a sus estanterías y
salimos del establecimiento.
Hay que mimar a todos los clientes por igual, porque, al fin y al cabo, nuestra imagen está
en sus manos.
No se puede, por ser amable con uno, ser descortés
con el resto....o al menos, eso pienso yo.
Que dificultoso es complacer a todos en su justa medida, aplicando inteligencia emocional, todo es mas sencillo.
ResponderEliminarSi no se tiene respeto por todos...no se tiene respeto... Ainara
ResponderEliminarEl trato hacia el cliente tiene que ser exquisito. Pero hay clientes que no se lo merecen.
ResponderEliminarimagino que la dependiente tampoco estaría en su salsa viendo que la cola va creciendo. En este tipo de franquicias no puedes tener una sola dependienta ya que muchas clientas entran buscando un producto en concreto y, aprovechando que muchas somos un mar de dudas, su papel es conseguir que la clenta salga con muchas más cosas.Su trato fue el correcto, nos guste o no, debería haber sido la clienta quien le dijera que puesto que iba a mirar, atendiera al resto y si tenía alguna duda requeriría de nuevo sus servicios.
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