viernes, 6 de mayo de 2016

Y Olivia se durmió para siempre...

En ocasiones cuando te encuentras triste, donde no hay una persona, hay un animal que te brinda su pata...

Estoy segura que al leer esta entrada habrá a quien le cueste entender lo que se siente por los animales... y es que, el amor perruno es difícil de creer si no se vive o se ha vivido.
 Y digo amor perruno mutuo, ya que yo la quise, pero, ella a mí también me lo demostró a lo largo de estos casi once años de vida de muy diversas maneras.



En los momentos duros, los lametones, los arrumacos, los juegos, todo eso ayuda a salir adelante, es imposible no sonreír cuando los ves hacer el payaso de esa manera tan graciosa, y revolverse en la alfombra de gusto, como si esa alfombra, ya ajada, fuera lo más maravilloso del mundo, y es que para ellos lo es, tienen todo lo necesario, un hogar, donde dormir comer y vivir, y una familia que los quiere, cuantas lecciones a aprender.

Olivia , landronzuela pícara se comió un calcetín, adoraba mi olor, a veces se ponía en la cama  como si quisiera protejerme de cualquier daño, me miraba con esos ojos tan expresivo vigilante, y le gustaba sentirme cerca, no era pegajosa, ni protestona, era independiente, pero cercana.
La mayor de tres, organizaba el espacio y dejaba que las pequeñas se acercaran más, las consentía, permitía hasta que probaran su comida, paciente, protectora, su misión era cuidar de nosotras.



Ese calcetín, le dañó el estómago, intentó devolverlo, lo estiró tanto que incluso parecía más una media larga,  pero... no hubo nada que hacer y tuvieron que operarla,  recién operada, recuerdo como se levantó  de su "casita jaula", en el veterinario, para verme, y como lloraba al saber que la dejaba allí, y no volvía con nosotras...
no se, pienso que tal vez se sintió engañada, yo le decía que se recuperaría pronto, e incluso la llevé a casa,  y pese a que salió bien la operación, todo se complicó, y empezó a sentirse muy cansada, lo intentaba, claro que lo intentaba, hacía esfuerzo por comer, por agradecer moviendo su colita, pero, lamentablemente, se acercaba el momento de separarnos.


Esta semana ha sido dura, a la tristeza de que un compañero animal, al que quieres, ya que en verdad es un miembro más de la familia,  se encuentre mal, se une el esfuerzo económico que todo tratamiento requiere, es una sensación de impotencia tremenda, de sentirse egoísta, cuestionarse que hay que hacer es muy fuerte...

Todo el mundo dice "es un animal, no saquemos las cosas de quicio", y tienen razón, pero todo lo que yo la debo y la quiero sólo lo sé yo...
Pocas horas antes de partir, con una anemia increíble, sin fuerzas para nada, aún levantaba la cabecita para saludarme, y demostrarme su amor, con esa imagen me quedo, la de luchadora, lo intentó, tenía ganas pero no fuerzas, y...

Olivia me lo puso fácil, se fue sin tener que hacerme decidir, se quedo dormida, con la tranquilidad de haber sido una buena perra,  y yo, también estoy tranquila, hemos disfrutado juntas y nos hemos regalado lo mejor de cada una.

Es duro separarse, da mucha pena, pero más duro es no haber tenido nunca la oportunidad de disfrutar de ese cariño y esa entrega incondicional.

En nombre de Olivia que esté donde esté, estoy segura de que lo aprobaría, quiero dar las gracias a las veterinarias de "Gous Gorraiz" que la han mimado como si fuera suya, Guauuu Guau (gracias chicas) y un rabazo de los suyos de esos que suenan a pasión por la vida.



Ojalá todos muriéramos así de tranquilos y en paz...

lunes, 2 de mayo de 2016

Paseando...


No hay mejor amigo que uno mismo...

Paseando me he dado cuenta de que nunca estoy sola, siempre voy con la mejor compañera, se llama Yola, Yolanda!, Yolandita....dependiendo de lo que me diga, y de cómo me tome lo que me dice....

 La acepto, la respeto, la justifico...

A veces desearía no escucharla, pero agradezco sus reflexiones, sus dudas, sus equivocaciones, aprendo y crezco...

Me engaña... Pues si a veces...
Pero me quiere y yo la quiero!