martes, 11 de noviembre de 2014

De "maestro"... a aprendiz...

Es realmente cuando uno empieza a profundizar en aquello que le apasiona cuando se da cuenta de lo mucho que le queda por aprender. 

Parece increíble, con cuanta gente nos encontramos a nuestro paso que, no es que vaya pisando fuerte, que eso está muy bien en cuanto a seguridad por lo que uno es y hace, sino que son auténticas apisonadoras, su paso no es firme si no quedan por encima del de al lado; ese tipo de gente, además, no escuchar nunca, consideran cambiar una ofensa, ¿como van a modificar algo, si ya lo saben todo?...

Pongamos el ejemplo del protocolo, como en todas las profesiones, hay expertos, y lo digo así porque son personas que llevan muchos años en la profesión, que la aman, que se han encargado de resolver grandes puzzles; pues bien, a algunos de ellos, esos años de experiencia les llevan a ser incapaces de reconocer que algo se les ha escapado, o que se podía haber resuelto de manera más eficaz...

esos años de maestría les impiden reconocer un error... 

Y yo, hasta eso lo entiendo...lo que ya no puedo entender es como no intentan enmendarlo, para la vez siguiente, pues no, se empecinan en lo suyo y vuelven a no tomar en cuenta las observaciones. Ahora que lo pienso...tal vez sea para darnos de que haablar al resto...

La prepotencia, conduce a fijar la vista en lo "gordo" menospreciando lo "menudo", favorece, a veces, que los pequeños detalles se escapen, pequeños detalles que son importantes en la puesta en escena, pequeños detalles que marcan la diferencia y redondean un acto, un acuerdo, una propuesta, un proyecto, un discurso.

Aquel que se cree maestro, que considera que lo sabe todo, deja inmediátamente de serlo, porque se queda obsoleto y anclado en su saber.

El maestro aprende de todos y de todo, y lo es porque, escucha, valora, interioriza y pone en práctica, las "enseñanzas" que le aportan los demás, y, nunca, nunca, deja de ser aprendiz.



2 comentarios:

Cualquier comentario me ayudará a crecer. Gracias!