martes, 25 de noviembre de 2014

Si callas, te dañas y nos dañas...

Esta reflexión es para ti mujer que has decidido sufrir en silencio.

Estas palabras son en nombre de las personas que te rodean, tu madre, tu padre, tus herman@s, tus amig@s, tus compañer@s, de todas esas personas que en tu entorno, te quieren.

Tu has decidido, primero por amor, después porque te sientes culpable, porque has perdido la autoestima, por que te sientes un ser insignificante que no merece ser feliz, porque él cuida de ti, a su manera, eso si, pero se preocupa por ti y cuando está en "sus cabales", te adula, te mima, y tu vuelves a confiar en él, sin darte cuenta de que todo ello es para después poder asestarte un golpe, físico o psíquico, cada vez mas fuerte mas humillante, un acoso que te hace sentir pequeña e incapaz de cambiar, llevada por el miedo, por la incertidumbre, por tus hijos si los tienes, por la incomprensión...
has decidido seguir ahí en esa cueva sin salida...
si eres joven, a veces casi una niña, privándote de disfrutar los momentos de la vida propios de tu edad, dañándote aún cuando a penas te des cuenta y te consideres afortunada por tener un hombre, "de verdad", a tu lado...
Y si ya eres adulta estás dañándote y dañando a tus hijos porque les estas enseñando una manera de vivir que no es la que debiera de ser, se merecen una vida de niñ@s, sin temores, tus hijos pierden la perspectiva , no quieren que su mundo se derrumbe pero tu tienes que hacerles ver que así...no tienen mundo...

Y cuando decidas, después de un largo calvario, salir de ahí, quiero que sepas todo lo que sentirán las personas que te rodean, porque sus reproches a si mismas van a ser interminables: ¿ Como no me he dado cuenta? Que mal herma@, amig@, padre, madre, compañer@,soy, que he sido incapaz de percatarme de lo que estaba sucediendo... Como ha sufrido y yo sin enterarme... 
Un rosario de cuestiones que les atormentarán y que aunque tu digas que no se preocupen, que era tu problema, son muy difíciles de superar, espinitas q se quedan clavadas en el corazón...,
Un eterno: si yo hubiera...
Por eso amiga, mándanos señales, que puedan indicarnos como lo estás viviendo, que nos posibiliten tenderte la mano para salir de ese infierno, para que te sientas escuchada, acompañada, apoyada y sobre todo esperanzada. Si puedes salir!

Tu tienes un largo camino para recomponerte y para que tus hijos aprecien y disfruten la vida como es, así que no lo pienses más, cuanto antes tomes la decisión va a ser mucho mejor, no calles, quiérete y adelante. 
Muchos somos los que vamos a estar aquí para ayudarte, de mil formas distintas, a salir de ese caos, date la oportunidad de ser feliz y danos la oportunidad de contribuir a ello.

La vida es amor, pero amor del bueno.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Sin mi status no soy nadie....

Vivimos en un mundo de locos!!!

Como denominar sino la postura que adoptamos ante la vida.
Somos capaces de sacrificar hasta nuestra propia felicidad por mantener una posición social, un status...

Estamos inmersos en un estado de nerviosismo y agitación permanentes, continuamente oímos hablar a nuestros compañeros, amigos, familiares, e incluso  a nuestro "pepito grillo", del stress al que estamos sometidos, nos estresa la economía, porque ya no podemos adquirir tal o cual cosa, porque nuestras vacaciones se han reducido y tenemos que simular ante los demás que todo va bien, como si el que uno tuviera un revés fuera algo denigrante, como si se hubiera cometido un delito...

Que curioso, los condenados por delitos de estafa, apropiación indebida, malversación de fondos, enriquecimiento por información privilegiada, fraude, blanqueo de capitales, van todos muy dignos, con la cabeza muy alta y nosotros, que somos víctimas de toda esa trama, nos escondemos avergonzados, cuando nuestro único delito es haber sido fieles a un trabajo, una empresa, una idea... que no ha resultado como esperábamos, y nos ocultamos, porque, todo eso, pensamos que modifica nuestra posición en la sociedad; nos sentimos mal, muy mal, pero somos incapaces de cambiar...

 La cuestión es si nuestra incapacidad de cambio es debida a lo que nos rodea o a nuestros miedos... miedo a perder el hueco en la sociedad, miedo a tener menos reconocimiento, miedo a la exclusión, miedo a dejar de "estar", miedo a dejar de "tener", miedo a no ser querid@, miedo a la soledad...
Pero no nos damos cuenta de que en esa renuncia por miedo,  va implícita, también, una renuncia a "ser".

Hemos depositado nuestra confianza en otras personas, en aquellos que tomamos en consideración , por valores, muchas veces, vanales y hemos dejado de confiar en la vida y en nosotr@s mism@s, admiramos a los demás y no nos admiramos a nosotr@s que somos nuestra mejor y mayor construcción, que incongruencia...intentamos ser reconocidos por la sociedad y sin embargo dejamos de ser honestos con nuestro propio yo.

Necesitamos crearnos un argumentario de peso para responder cuando la sociedad nos pregunta:

Y tu, ¿quién eres?, ¿que tienes?, ¿a quién conoces?...

y nosotr@s nos quedamos con cara de poker, de nuevo estresados, bajando la vista mientras pensamos que respuesta es la que espera oír nuestro interlocutor, que contestación es la adecuada para mantener nuestro status, cuando en realidad la respuesta es bien sencilla:

Pues... soy, me tengo y conozco a mi mism@!!!, ¿alguién da más?...


martes, 11 de noviembre de 2014

De "maestro"... a aprendiz...

Es realmente cuando uno empieza a profundizar en aquello que le apasiona cuando se da cuenta de lo mucho que le queda por aprender. 

Parece increíble, con cuanta gente nos encontramos a nuestro paso que, no es que vaya pisando fuerte, que eso está muy bien en cuanto a seguridad por lo que uno es y hace, sino que son auténticas apisonadoras, su paso no es firme si no quedan por encima del de al lado; ese tipo de gente, además, no escuchar nunca, consideran cambiar una ofensa, ¿como van a modificar algo, si ya lo saben todo?...

Pongamos el ejemplo del protocolo, como en todas las profesiones, hay expertos, y lo digo así porque son personas que llevan muchos años en la profesión, que la aman, que se han encargado de resolver grandes puzzles; pues bien, a algunos de ellos, esos años de experiencia les llevan a ser incapaces de reconocer que algo se les ha escapado, o que se podía haber resuelto de manera más eficaz...

esos años de maestría les impiden reconocer un error... 

Y yo, hasta eso lo entiendo...lo que ya no puedo entender es como no intentan enmendarlo, para la vez siguiente, pues no, se empecinan en lo suyo y vuelven a no tomar en cuenta las observaciones. Ahora que lo pienso...tal vez sea para darnos de que haablar al resto...

La prepotencia, conduce a fijar la vista en lo "gordo" menospreciando lo "menudo", favorece, a veces, que los pequeños detalles se escapen, pequeños detalles que son importantes en la puesta en escena, pequeños detalles que marcan la diferencia y redondean un acto, un acuerdo, una propuesta, un proyecto, un discurso.

Aquel que se cree maestro, que considera que lo sabe todo, deja inmediátamente de serlo, porque se queda obsoleto y anclado en su saber.

El maestro aprende de todos y de todo, y lo es porque, escucha, valora, interioriza y pone en práctica, las "enseñanzas" que le aportan los demás, y, nunca, nunca, deja de ser aprendiz.



jueves, 6 de noviembre de 2014

Saludar...sí gracias!

Hoy parece que saludar no está de moda...

Entras en los sitios, y saludas  y mucha gente lo único que hace es levantar la vista de sus smartphones o tablets, y lo más tradicionales del periódico, para volverla a posar inmediatamente en donde estaba el minuto anterior; como mucho, si resultas interesante, te miran de arriba abajo antes de volver a su rutina.

El otro día, por la tarde fui a firmar un tema a una notaría, al entrar, en la salita de espera saludé con un "hola, buenas tardes", algo habitual en mi, pero ya vengo observando que hasta en eso debo de ser un poco "rara"... de las seis personas, que había en la habitación, solamente una hizo un leve gesto con la cabeza... a pesar de que me sorprendí, intente justificar el comportamiento, diciéndome que era por la tarde, casi después de comer, y que la gente debía de estar medio dormida, porque no creo yo que pudiera haber ningún asunto, lo suficientemente serio, como para desestimar el saludo en esa ocasión...

Pero, el caso es que ayer, por la mañana, fui a un consultorio médico, nada más entrar saludé: hola, muy buenos días!!!, con un tono de, "me alegro de verte", o, de "ya se encargará el día de amargarme pero no yo", o, de "feliz de vivir", habría tantas razones de par de mañana..., vamos con una entonación de esas que a muchos les parece hasta insoportable, básicamente porque no expresan o no saben, expresar sus emociones.
Me miraron con cara de esta está "flipando", y  aunque algunas personas contestaron tímidamente, no fue un saludo generalizado, tal vez, es que nadie se alegraba de verme, o se olvidaron de que a un saludo siempre se corresponde...

Soy de la teoría de que si uno viste su mejor sonrisa de par de mañana, y cuando va a a cualquier sitio, ya sea a tomar un café,  a coger el autobús, al trabajo, al banco a pedir un crédito, a solicitar un impreso, a firmar escrituras o a la consulta médica, saluda con energía, la positividad se adueña del ambiente.
Yo les diría a todos los olvidadizos, que si no saludan por cortesía, por educación, háganlo por egoísmo, es bueno para la salud, y si va acompañado de una sonrisa, dulcifica el carácter y alegra el alma.

Voy a compartir un vídeo que llegó a mi justo cuando estaba preparando esta entrada, me encanta su frase resumen: "vas a saludar o es que hemos dormido juntos..." yo diría que aún durmiendo juntos no está de más desearse un buen día...