Y un buen día, sin tu contemplarlo, la vida vuelve a sorprenderte...
Este último año ha sido para mí un gran regalo, me ha permitido vivir una gran parte de el en paz y, con eso, ya no se puede pedir más...
Tengo que reconocer que también he llorado, me he desilusionado, he flaqueado, he tenido que aceptar certezas irrefutables, reconocerme débil ... Pero, a pesar de ello...
Me declaro feliz, con altibajos, pero básicamente feliz...
Me he dado cuenta de que nos dejamos llevar por los convencionalismos mucho más de lo que nos creemos, que a veces nos frenan ideas preconcebidas y ancladas en nuestra mente, amarradas como si fueran imprescindibles para nuestra felicidad, pequeños detalles superfluos que nos condicionan, y nos limitan la visión a todo aquello que flota en la superficie, impidiéndonos llegar hasta el fondo, y poder apreciar la verdadera esencia...
Hace poco me dijo una persona muy querida que conmigo había aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, esas que nos rodean y pasan desapercibidas, y lo curioso y grande es que yo también, a la par, he aprendido a hacerlo con más intensidad.
La vida es un toma y daca, un aprender y enseñar continuo, un redescubrir y aceptar ...
Me he ratificado en que no hay nada más bonito que andar el camino día a día, como si ese día fuera el único, que disfrutar cada momento que vivimos, lleva consigo estar siempre satisfecho.
Que vivir con honestidad, conmigo misma y con los demás, me conduce a mantenerme en paz y por lo tanto a tener pocas cosas que lamentar ni anhelar.
Que ser sencillo no es sinónimo de tonto, sino de ser poseedor de esa inteligencia que te permite no buscar...
En este 2015, he sabido que sí existen personas que te aceptan como eres, que no pretenden cambiarte, que te escuchan, que confían, que acaban abriéndose sin expectativas.
Que hay gente valiente, decidida a vivir el hoy, dejando atrás el ayer, y olvidando el mañana, que se sobrepone a su pena sabedora de que no se puede volver atrás, de que hay que vivir, siempre, mirando hacia delante.
Que la vida es sencilla, si fluyes con ella, si no exiges caprichos innecesarios, si aceptas y aprendes a vivir con lo que te va llegando, si aprecias y valoras a quien tienes a tu lado, si te das cuenta de lo afortunado que eres con aquello que cuentas, si piensas en positivo y centras la atención en agradecer en lugar de en lamentar.
He disfrutado de amigos, cercanos, de esos con los que conectas de alma a alma, donde las distancias físicas no tienen valor, amigos que me han escuchado y se han desahogado, amigos que te entienden sin verte, que te transmiten fuerza y energía positiva, amigos que te dan abrazos de oso... De esos que te rodean y te llenan de calor.
Me gustaría decir que siempre voy a estar para todos, o al menos lo voy a intentar... En este tiempo seguro que he respondido con acierto, unas veces, y con poca ventura otras, pero os aseguro que he intentado llegar desde y con el corazón...
Este año 2015, mágico, sacó de su chistera, para mí, un gran regalo, un paquete que se ha ido desenvolviendo poco a poco, un dulce diario, que aunque suene cursi, ya se sabe que yo soy románticona, tiene tu nombre, tú, mi pronombre, tú sin etiquetas, tú que me escuchas, que me apoyas, que me "riñes", que no me juzgas, que me mimas, que me respetas, y con quién puedo ser y expresarme como deseo.
Tú a quien admiro profundamente, con quien comparto, me río, contemplo, me siento libre y sueño...y a quien intentó, sin pretensiones, comprender, respetar y hacer feliz...
Me siento afortunada y agradecida por caminar a tu lado, hoy lo hago, disfrutando cada instante, mañana... mañana la vida dirá, pero me encantaría seguir haciéndolo, pensarlo es una licencia que me tomo...
Desearía que todos contárais con un "tú", como el mío, es tan bonito pensar en alguien y sonreír....
Regalos que la vida te da...
Gracias a ti y a todos por tanto!
En este 2016 seguimos caminando!!!