Quien piense que solamente hay un camino...se perderá...
Cuantos de nosotros nos hemos preguntado, alguna vez, ¿será este el camino que tengo que tomar?, parece mentira que una "simple" pregunta traiga consigo, andar de cabeza, por no hablar de noches sin dormir, malestar de estómago, dolores de cabeza, incapacidad de centrarse...
Todos, por múltiples motivos, personales o profesionales, nos podemos encontrar ante esa disyuntiva, ya sea porque el trabajo falla y prescinden de nosotros, o no valoran en su justa medida nuestro esfuerzo, o devalúan la importancia de aquello a lo que nos dedicamos, o sufrimos cansancio, o tenemos desgaste emocional, la cuestión es que sentimos que necesitamos un cambio, un giro en nuestra vida que nos devuelva la ilusión.
Yo me he hecho en varias ocasiones esa pregunta, y no sólo eso, sino que además he alimentado mis dudas contemplando
muchas y diversas opciones.
Las apropiadas, las tentadoras, las deseadas, las utópicas...
Elegir es renunciar, pero renunciar con el convencimiento de que lo que tomamos es más beneficioso para nosotros que lo que dejamos.
Es difícil decidir, todos queremos acertar...
Y es cuando uno se siente encajonado, cuando no es capaz de ver la belleza en el recorrido, aunque la tenga, cuando no se vislumbra el final, y se está cansado, cuando las ilusiones se han quedado abandonadas en las veredas, cuando uno no se siente capaz de tirar ni de su propio carro, cuando, tal vez, sea un buen momento para decidirse a buscar una nueva senda.
Y ¿cuál es la mejor decisión?, y ¿cuál es el mejor momento para tomarla?, pues yo solamente puedo compartir con vosotros lo que me digo, y me he dicho, a mí misma, la mejor decisión es aquella que en el momento en el que te la planteas te hace sentir feliz, seguramente temeroso, todo cambió asusta, pero si, tras valorar pros y contras, te sientes ilusionado , vete a por ella, ese camino te llevará a crecer con toda seguridad, cuan largo será, no lo sé, pero que merecerá la pena...seguro.
¿Cuando? El momento idóneo para emprender un nuevo camino es cuando te decides a hacerlo, ese instante de toma de decisión, ese instante en el que se prende la mecha, ese es el mejor momento, ni antes,ni después...
Incluso, nos encontramos con algunos caminos que tienen sendas paralelas apetecibles de transitar, quizás algo inestables , para la mayoría , pero que a uno le pueden ofrecer esa confianza en sí mismo de la que en en ese preciso momento carece.
Pues si de corazón lo sientes que más da agárrate a la pasarela y adelante.
Yo me quedo con que de todo se puede sacar una lectura positiva, así que ¿porqué no?
No olvidemos que andando construimos camino....
Lo que tengo claro es que el camino de cada uno de nosotros, o mejor dicho los caminos que tomamos a lo largo de nuestra vida son propios y exclusivos de cada cual, aunque el tuyo y el de otro resulten parecidos difieren en muchas cosas, entre ellas en las piedras que lo adornan y los árboles que los mecen.
Y si tenemos la fortuna de que ese camino que elegimos tenga otro que discurre paralelo pues... Un placer más a compartir...
No existe un solo camino perfecto, ni siquiera me atrevería a decir que exista. a priori, el camino perfecto, pero si existen almas que tienen magia en sus pisadas y convierten todo aquello que recorren en absolutamente perfecto, porque ven la belleza y la perfección hasta en el más grande escollo.
Lo que sí es cierto es que en todo camino hay una luz que nos conduce hacia la mejor salida para nuestra vida, aunque atravesarlo sea, en ocasiones, arduo y doloroso.
Yo lo he vivido, he tomado opciones, he disfrutado de caminos distintos, he vivido incertidumbres, y me encanta la senda que sigo ahora, pero, si en algún momento, la vida, que es más sabia que yo, me envía señales y me insta a tener que cambiarla pues lo haré con la seguridad de que me esperarán recovecos sorprendentes...
El camino perfecto es tu camino, el suyo, el mío, es ese camino que hemos elegido en el momento presente, ese camino que tiene tus tropiezos, los suyos, los míos, ese camino que ilumina tu sonrisa, la suya, la mía, ese camino que nos permite sentirnos felices y ser nosotros mismos.