Hoy se ha ido un hombre bueno, un hombre honrado, un hombre leal...
¿Cómo describir a alguien que ha compartido nuestras vidas y nuestra más tierna infancia sin derramar una lágrima...?
Todos lloramos como se llora a un hombre íntegro, del que se ha aprendido y al que se ha querido, y del que nunca nos gustaría separarnos, pero... llego tu hora de merecido descanso y aunque cueste lo entendemos.
Tenías Alzheimer querido Vidal, esa enfermedad que te lleva de vuelta al pasado, pero nunca perdiste esa luz en tu mirada, que daba ese punto de ilusión a tus hijas y a tu mujer de ser reconocidas, claro que tú sabias quienes eran sólo que se habían transformado en calor y amor, sin nombres, sin rostros, estoy segura de que estos años has vivido con los recuerdos de las personas que en tu juventud compartieron tu vida, si, y estoy convencida de que mi padre ha estado siempre presente... tantos años de compartir, tanto cariño, tanto respeto mutuo...
Parece que fue ayer cuando venias a traerle tu mejor cardo y tantas cosas ricas que disfrutábamos recién sacadas de la tierra, y cuando nos llevabas al campo a ver tus cultivos, y nos explicabas de que temporada era cada cosa y en que empleabas lo que sacabas de ello, si amigo tu cultivabas verduras pero también cultivabas amor, para nosotros era una fiesta acompañarte, hacíamos una parada de vuelta del colegio casi de extranjis, preguntábamos curiosas y nos mirabas sonriendo para terminar contándonos el chiste de la "picanterra", siempre prudente, con la sencillez de los grandes.
Recuerdo a mi padre cuando tenía las fuerzas mermadas por la enfermedad, y acudía a recibir tratamiento solo quería contigo... quien sino tú podía verle perdiendo el control de su cuerpo... compañeros de fatigas, con esa relación íntima y discreta de dos verdaderos amigos, que se quieren y se respetan.
Ay! Vidal allá donde quiera que vayas ahora, en ese tránsito, os reuniréis seguro y estaremos más llenos de luz todos aquellos que os hemos querido.
Te puedes ir tranquilo, las semillas que has sembrado son hoy maravillosas flores y tienen la misma forma de amar que tú has tenido.
Gracias por tanto! toda mi familia que es la tuya te lo agradecemos en el alma.
Ahora no es un adiós es un agradecidos de compartir tu esencia en nosotros, siéntete orgulloso como diría mi padre has conseguido llegar al final siendo una buena persona y eso es digno de admiración.
Hasta siempre!!!