martes, 31 de marzo de 2015

El horror de una tragedia

El regocijarse en la pena ajena es síntoma de inseguridad y poca evolución...

Qué tristeza me produce ver todo lo que está aconteciendo en torno al accidente aéreo...
Primero las lamentables reacciones inhumanas e insensibles, en redes sociales, que no merecen más comentarios.
Luego la Necesidad de encontrar inmediátamente  un culpable con quien ensañarse... La sociedad lo reclama para verter toda su ira, aún sin tener todas las certezas.

Hoy leía que los pilotos europeos no las tienen todas consigo, que el Sepla dice que no se puede asegurar nada hasta no encontrar la caja negra que falta, pero a la sociedad le da igual... 
La prudencia no es su fuerte, necesita alguien a quien señalar y la prensa lo alimenta con todo el morbo posible, desnudando la vida del presunto causante, sin ningún pudor.

Yo también estoy indignada y apesadumbrada, mi conciencia de ser humano me lleva a sentir pena por todos los que de una forma u otra se han visto involucrados, me siento uno con ellos, es tremendo perder seres queridos, y también es muy triste, perder a personas que han confiado en una compañía de una manera tan trágica...

Comenzando por las familias de las víctimas que han visto sesgada su felicidad de cuajo, sin ni siquiera poder despedirse, el valor de la última mirada es incalculable, por eso me parece tan importante decir siempre lo que uno ama, no esperar a ocasiones especiales, al final esos momentos en los que ensalzamos a los demás se ven relegados al final de la vida, cuando uno ya ha dejado de existir... Entonces ya no vale lamentarse, ni expresar, las palabras quedan en el vacío....

La vida es un viaje, en algunas ocasiones muy corto, como en la de esos niños que volvían dichosos a su casa,  con un montón de sueños por vivir...
Todas esas personas que embarcaron tenían unas ilusiones que se derramaron  en las montañas y dejaron huérfanas las esperanzas de los que compartían sus vidas.
La vida, en realidad, casi siempre, resulta un trayecto breve para quien lo vive intensamente. Pero mucho más cuando llega de pronto y sin avisar...

Por más que busquemos un motivo , no lo encontraremos, a ellos, a los que se han ido, ya de nada les sirven explicaciones, ya no están para escuchar, sus familias se preguntan por qué.., por qué ahora, por qué a ellos... Y quien sabe la respuesta... yo les diría que, tristemente, y con dolor, era su momento, y seguramente tendrá una respuesta desconocida, no se si satisfactoria, pero en algún lugar, hoy inalcanzable, se esconde ese por qué.

También me pongo en la piel de la compañía, y del constructor, que momentos tan duros, tensos y tristes...

Y la tripulación, un héroe y un villano...

No puedo dejar de empatizar con la familia de ese copiloto, ese joven al que ya no quedan calificativos por poner, no se si es el causante, si su desesperación o su enfermedad le han llevado a esto, pero que no se preocupe la sociedad, que no cundan las alarmas, no todos los cuadros depresivos, ni mucho menos, acaban atentando contra las vidas humanas, a este chico se le han juntado muchos factores que han podido desembocar en esa tragedia, y los que no eran ciertos también se le han otorgado...hemos olvidado la presunción...

Pero como debe de estar sufriendo su familia...
Han perdido a un ser querido y son señalados por la calle, marcados con el estigma de la locura y el horror, su dolor tiene que ser tremendo, y en algunos momentos incluso teñido de vergüenza...
Concedamos el beneficio de la duda, es de ley y de humanidad. 

¿Por qué no somos capaces de esperar a tener todas las cartas en la mano para opinar? ¿Por qué nos gusta regocijarnos en el mal ajeno? ¿Por qué escudriñamos en las vidas ahondando en la tragedia?    

Como si todo lo sucedido no fuera suficiente...

El duelo de todas esas familias tiene que ser vivido en paz, no alimentemos el rencor que no hará sino aumentar la pena....



Germanwings: Pilotos europeos cuestionan investigación, filtraciones y cambio de protocolo http://bit.ly/1Dkkp9w

El Sepla pide esperar a la segunda caja negra para fijar las causas http://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2015/03/29/sepla-pide-esperar-segunda-caja-negra-fijar-causas/00031427663129025213232.htm


sábado, 21 de marzo de 2015

A mi no me duelen prendas...

Si llegado el caso no defiendes, con pasión, lo que crees, es que de corazón no lo crees...

Estamos acostumbrados a no hacer o decir nada, que pueda alterar nuestra posición en la sociedad. Todo son pautas predeterminadas, tan establecidas que hasta se cuestiona nuestra capacidad de discrepar...

Hace poco en una conversación una amigo me increpaba diciendo que había temas que no seria capaz de tratar en el blog... por ser poco convenientes o no muy bien vistos...
Pero, la verdad, es que a mi no me duelen prendas, en tocar temas controvertidos... considero que, respetando, todo puede ser dicho, que la diversidad siempre enriquece, yo no temo expresar mis opiniones, no pretendo llevar a nadie a mi terreno, no se trata de convencer, sino de sentir, compartir y aprender...

Creo que cuando uno se enamora lo hace de personas no de géneros, que hay hombres con más sensibilidad que muchas mujeres, que pueden amar a sus hijos, y darles lo que una madre al uso les daría, y creo que hay mujeres que desempeñan el rol atribuido al hombre como los más genuinos, que hay familias monoparentales que son completas, y mucho más felices que otras tradicionales. 
Pienso que todo consiste en amarse y entregarse y eso admite cualquier juego de sexos.

Considero que sustancias como la marihuana pueden ayudar, en uso terapéutico,  aliviando a enfermos terminales, pero no creo en nada que esconda,  disfrace, o evada de la realidad... no me gusta que haya que  ampararse en sustancias, copas o caretas para pasárselo bien, me gusta disfrutar en plenas facultades, cuando uno es capaz de percibir la belleza de lo que vive, o, la dureza de lo que le sucede enfrentándola con coraje, consciente de que todo en esta vida pasa... tanto lo bueno como lo malo pasa...

Pienso que todos tenemos derecho a una muerte digna, a elegirla y a decidir que sobrevivir no es vivir... A poner fin a un sufrimiento inevitable,  a no prolongar una agonía.
Creo que es una muestra de amor infinito, satisfacer los deseos de otro aunque el hacerlo rompa el alma...

No me duelen prendas en reconocer que soy demócrata, pero, para algunos temas, entre comillas, porque considero que no todo el mundo está preparado  para ocupar todos los puestos, yo, personalmente, no estoy formada para ser, por ejemplo, presidenta del gobierno, me parece que no sólo consiste en rodearse de un buen equipo, para mandar hay que saber de que se habla y a quién se elige...
En política, hay que tener muy presente que el bien general está por encima del beneficio particular... y confieso que hoy por hoy me considero una total descreída, eso la mayoría de nuestros representantes no lo tienen ni un poquito claro...

Ni tampoco temo decir que La Paz muchas veces no conviene, que paliar el hambre tampoco, y que las vacunas cuestan caras y depende mucho de para quien sean y cuanto nos afecte...
Que se silencian voces que no viene bien escuchar, 
Que reivindicar está de moda, pero reivindicar con la palabra, y muy poco con los hechos, que cuando cada uno vuelve a su casa se olvida de la causa que defendió...
La justicia será, pero parece no ser igual para todos, ensañándose con los más débiles...
Que el dinero no transforma las mentiras en verdades...

Siento en AMOR universal, respeto las creencias que salvaguardan los derechos, la ética y el bienestar general, no comprendo las religiones que se quieren erigir en únicas y verdaderas, cuando los valores universales no pueden tener dueños ni etiquetas, no se puede condenar por el mero hecho de discrepar.
No creo que se pueda sesgar la vida de nadie en pos de unas ideas, me repugna y duele profundamente que se haga ostentación de ello, y no considero necesario que los medios de comunicación transmitan imágenes de actos deleznables.

Todos fallamos y hacemos cosas positivas, es de ley reconocerlo aunque pensemos distinto, a mi, es a la primera que no me duelen prendas en reconocer que muchas veces me equivoco pero... que digo y hago aquello que en conciencia me parece justo, teniendo en cuenta, claro, que la justicia siempre es subjetiva, no temo rectificar, pedir perdón aún cuando mi intención no haya sido dañar y alabar a aquel que construye.

Si tú, amigo, sientes diferente, por mi no va a cambiar nada, exprésate,  es más te doy las gracias de antemano porque tu opinión nutrirá y puede que modifique la mía... Todas las posturas son válidas, eso sí, esgrimidas con respeto!

No calles la voz por miedo al que dirán...tienes todo el derecho a pensar como lo desees...eso si, siempre sin dejar de tener en cuenta a los demás!!!





martes, 10 de marzo de 2015

Empático, si, pero aferrándote a tus zapatos...

La empatía consiste en ser capaz de ponerse en los zapatos de otro. pero... abandonando los nuestros...

Es increíble cuantas conversaciones tenemos hablando de la forma de actuar, de amigos, conocidos o desconocidos, de los que solamente tenemos referencias por los medios de comunicación, actitudes, de unos y de otros, que juzgamos de una manera absolutamente parcial y subjetiva.

Para justificar nuestra opinión utilizamos expresiones como:
" no, si yo le entiendo, pero yo en su lugar no lo haría"... "Si yo fuera... me cuidaría muy mucho de...", "no se como aguanta, yo que ella...", pensamientos, siempre, manifestados sin abandonar el "yo".
Hace poco yo esgrimi una afirmación similar a esas y la contestación de uno de mis hijos me dejó de piedra " mamá tu hablas, hoy, así, porque eres mucho más fuerte y te has dado cuenta de que así eres mucho más feliz".
Y tenía toda la razón....yo estaba hablando de algo sin ponerme de verdad en la piel de la otra persona, estaba enfocando desde otra perspectiva, la mía con mis circunstancias actuales....

No reparamos en que todo lo estamos observando desde nuestra posición, ni mejor ni peor, la nuestra...se nos olvida que la otra persona no es yo...
Para entenderlo tenemos que salir de nuestro "yo" y dejarnos "poseer" por el espíritu de otro. 

Eso es la empatía, analizar lo que pasa por la mente de los demás, para comprender, antes de opinar, ocupar su lugar dejando de lado nuestras posturas, y, puntos de vista, para poder captar el por qué de su manera de proceder.

Lo correcto sería decir, " yo, como Yolanda, no lo haría así, pero como.... entiendo sus motivos, aunque creo, que también, puede haber otra forma de enfocarlo"...

Nadie actúa por capricho, nuestra forma de proceder viene motivada por algo, nuestro complejo entramado mental está condicionado por anclajes, cicatrices, recuerdos, o miedos, del pasado, que en muchas ocasiones los tenemos tan fuertemente enganchados, que resulta, casi imposible, ni siquiera contemplar que las ideas puedan ser de otra manera diferente a la nuestra,  por eso es importante abrir la mente, no aferrarse a viejos conceptos, ser conscientes de que lo que un día sirvió y ayudó, al siguiente puede ser negativo, y de que algo de lo que rehuíamos, en el momento presente, puede resultar lo más conveniente.
No hay que tener miedo al cambio!!!

Por eso, cuando observemos a los demás hagámoslo teniendo en cuenta su óptica, poniéndonos no sólo en sus zapatos o  en su pellejo, sino sintiéndonos uno con su mente y su corazón, es la manera de notar su palpitar como nuestro.  

Empáticos, de verdad, sin doble calzadura....




.

martes, 3 de marzo de 2015

"Inseguridades que atenazan"

El miedo nos asalta, a todos, cuando vamos a emprender algo, inseguridad ante nuestra capacidad y temor a decepcionar... es nuestra decisión de seguir adelante la que nos da la fuerza para superar.

Estos días pasados, he estado compartiendo sonrisas y vivencias con mis sobrinas y han sido las conversaciones con ellas, su pasión y su incertidumbre, las que me han hecho recordar los comienzos...

Es normal que los jóvenes tengan miedo a lo que les depara el futuro, como no lo van a tener, si yo, que he vivido el doble que ellos, lo siento también cada vez que me aventuro en algo. 
Es una inseguridad propia de la desconfianza hacia uno mismo, pero que es necesario superar para avanzar y desarrollarnos.
Si de algo sirve mi experiencia, puedo decir, que el miedo es una bendición, te brínda la oportunidad de vencerlo y de sentirte orgulloso por hacerlo, te reafirma en tu capacidad para realizar, te recuerda que si te esfuerzas lo consigues.
Te hace llorar?... pues también, a veces, y temblar, y dudar, pero si somos conscientes de que no pasa nada por tener miedo, de que nadie es un ser más débil, menos preparado, o más pequeño por padecerlo, de que sólo aquel que es consciente tiene la capacidad de sufrirlo, de que es el camino para seguir avanzando, para no quedarte estancado, pues lo veremos como una etapa de formación, o una sensación más de nuestro devenir cotidiano.

Hay dos alternativas, correr en pos de los sueños, saliendo de la zona de confort, aventurándonos a emprender caminos desconocidos, o como dice un amigo, permanecer viviendo, para mi es sobreviviendo, de los recuerdos embellecidos, posiblemente, por una memoria selectiva que rescata aquello que endulza y disfraza lo pasado, en cualquier caso irrecuperables, eso, si ya llevas camino recorrido, o de los sueños atrapados en la mente y condenados a ser irrealizables, por esa inseguridad y ese miedo a lo desconocido, que atenazan si estás en la juventud.

Cuantas veces en nuestras familias parece que el estar asustado está vetado, cuantas veces no se permite flaquear, se exigen resultados sin reparar en lo que cuesta conseguirlos, cuantas veces se corta a todos por el mismo rasero sin percatarse de que unos son mas hábiles, otros tienen mas memoria, o menos capacidad de concentración, o más miedos, o más pájaros en la cabeza... 
En cuantas ocasiones, se compara, se presiona, en función de lo que harían ellos o lo que les hubiera gustado que se hiciéra, todo para sentirse orgullosos con lo alcanzado, para, una vez más, cumplir expectativas, cuando orgullosos ya se debería de estar por el mero hecho de intentarlo.

Cuantos exigen pero no apoyan...
Cuantos dirigen pero no acompañan...
 
Nuestra responsabilidad como padres, o así lo considero yo, es estimular a nuestros hijos para llegar a alcanzar esa formación que les va a abrir las puertas del futuro, es orientarles, animarles, es hacer de ellos personas seguras, porque ya solo el esfuerzo realizado les capacita para desempeñar con éxito cualquier trabajo que se propongan.
Nuestra misión es enseñarles a creer en ellos, creyendo nosotros en primer lugar. 
Nuestra misión es escucharles cuando nos hablan de sus miedos, de sus dudas, precisamente porque ya hemos pasado por ello, porque no somos mejores que ellos, somos mas maduros, mas resabiados.
Nuestra misión es ser humildes y reconocer que muchas veces seguimos sintiendo ese miedo, un temor que vencemos con decisión, pero que es humano sentir y que no tiene que ver con fortaleza o sabiduría.

Hoy he estado pensando que todo lo que va transcurriendo en nuestra vida es tremendamente interesante, todo desde los inicios, un gran tesoro que vamos engrosando año tras año,  y he llegado a la conclusión de que que si tomáramos esa palabra, "interesante", como característica de la persona, como bagaje de viviencias, retos superados, metas alcanzadas, sueños perdidos, lágrimas derramadas, decepciones, alegrías, momentos felices, desde mi punto de vista siempre, podríamos decir que nacemos con la i minúscula y vamos incrementando letras, y terminamos la vida con la palabra completa en mayúsculas!!! 
Para llegar a ser "INTERESANTE" la edad suma no resta.

La vida, nuestras inseguridades y nuestros logros, van dotando a la persona de interés, de riqueza propia e individual.

Liberarnos de esos miedos que nos atenazan y nos impiden volar, es dar un soplo de aliento a nuestra felicidad!